Aumentan las averías de nuestros coches: ¿Cuáles son las más frecuentes?
Datos curiosos los que nos llegan del último informe de la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción CONEPA, que afirma que durante la primera mitad del presente año 2017 las visitas al taller de los conductores españoles para solucionar averías se han incrementado en un 5%, algo que podría estar relacionado con el aumento de desplazamientos en coche según la crisis económica va quedando en el olvido.
A pesar de esta subida, los talleres no han visto como ésta se ha traducido en una facturación del mismo calibre y, por tanto, acorde con la misma. Los talleres han facturado durante la primera mitad del año un 3% más de media que durante el mismo periodo de 2016. La conclusión es clara. Hacemos más visitas al taller, pero por motivos menos costosos.
Pero, ¿qué es lo que más nos provoca que tengamos que ir al taller con nuestro coche? Seguramente pensarás que son los golpes de chapa los que más influencia tienen en este sentido. Pues no, estos se encuentran en el segundo lugar de la lista, superados por las averías electrónicas. Mientras más cargamento tecnológico tienen los coches, más opciones de avería existen, aunque por suerte la mayoría no son especialmente graves. Además, según afirma CONEPA, las visitas a los talleres por los golpes de chapa son muy poco rentables debido a la presión que ejercen las compañías aseguradoras y de renting sobre los precios, que los tira por tierra.
El aumento de las averías electrónicas ha tenido una consecuencia bastante positiva, y es que la contratación de especialistas en este campo se ha visto incrementada de forma significativa, concretamente alrededor del 40%. Desde CONEPA nos cuentan lo siguiente en este sentido. “Existe una mayor dificultad para encontrar especialistas a través de cualquier vía de búsqueda de personal. De ahí que muchos de los talleres que recurrían a otras fórmulas para hacerlo, ahora se dirijan hacia nosotros. Esta situación está originando ya una subida de salarios en la práctica”. Y es que no hay mal que por bien no venga.